LAS FIERAS

0
143

En el año 2016, con motivo de la publicación de una obra que tituló Valor, le hice una entrevista en Opticks magazine a la autora del libro que hoy traigo a esta página. Previamente había leído otras dos obras suyas: Corazón de Napalm, Premio Biblioteca Breve 2009, y La hija del Este, Premio de la Crítica 2012.

En aquella entrevista, al comentarle mi admiración por su aproximación a los personajes con rigurosidad y sin emitir juicios, me respondió: “Vivir ya es de por sí una lucha para además andar juzgando. Yo siento ternura por todos mis personajes, hasta por los peores”.

El libro de hoy se titula Las fieras, está editado por Seix Barral y su autora es Clara Usón.

Las fieras se desarrolla en dos tramas que confluyen en un final sorprendente y extraordinario. La primera está protagonizada por María Ortega que se expresa de este modo en primera persona a poco de iniciar el relato: “El nacionalismo es el opio del pueblo, les decía yo a mis alumnos –antes de ser inspectora de ascensores fui profesora de Historia-, el nacionalismo es por definición excluyente, xenófobo, producto de un delirio colectivo, de un malsano orgullo geográfico y de un odio feroz al otro, al enemigo… No hay patria buena, la patria mata, espero que nunca se os pase por la cabeza morir por la patria”.

Como ella misma apunta, María Ortega es inspectora de ascensores y está obsesionada con la vida y andanzas de Idoia López Riaño, conocida como la Tigresa, una de las más sanguinarias terroristas de ETA, famosa tanto por su crueldad como por su belleza.

En esta primera trama, Idoia  contradice a María Ortega en muchas de las actuaciones y movimientos que la inspectora le atribuye.

La protagonista de la segunda trama es Miren, una adolescente que busca su lugar en la complicada sociedad del País Vasco durante los llamados “años de plomo”, década de los 80.

El padre de Miren es policía nacional, con lo que suponía serlo allí en aquellos años. Se trata de un hombre violento que va de destino en destino y no arraiga en sitio alguno por su carácter conflictivo.

Los problemas que se viven en casa hacen que Miren se introduzca en los ambientes juveniles que la rodean, a los que le aproxima su amiga Irene. Son ambientes en los que se escucha el rock radical vasco, prima la estética punk y abundan las drogas.

La casa de Miren es frecuentada por Amadeo, amigo de sus padres y también policía nacional relacionado con los GAL.

Por un lado ETA, por otro los GAL, terrorismo de ETA y terrorismo de Estado. Aquí Las fieras podríamos decir que muta en ensayo, ya que Clara Usón, según acostumbra a hacer, ha reunido una exhaustiva documentación al respecto y expone lo sucedido en ese convulso tiempo con multitud de datos y la máxima objetividad.

No se trata de contraponer un grupo de asesinos a otro, no hay comparación posible, sino enumerar las razones que sus protagonistas aportan para actuar como lo hicieron y el desarrollo y consecuencias de esas acciones. El dogma nacionalista de cualquier signo, la banalidad del mal de la que habla Hannah Arendt.

En cuanto a los personajes principales, reales o ficticios, no es que la autora justifique lo que hacen, Idoia López Riaño asesinó a veintitrés personas y eso no admite justificación de ningún tipo, sólo se ocupa de presentar al ser humano que fue.

Ella y el personaje ficticio que es Miren, nacidas ambas fuera de Euskadi, cada una por sus personales circunstancias, necesitan ser aceptadas. Idoia López Riaño se vale de su belleza, y con sus crímenes, busca el reconocimiento y la admiración de los hombres que la rodean.

También Miren busca ese reconocimiento, pero sus motivaciones son otras

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here