Los jardines de luz, publicado en 1991 por el escritor libanés Amín Maalouf, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010.
Lo considero un libro interesante, porque siempre entendí el “maniqueísmo” como algo negativo, cuando dicha palabra o sus derivados se aplicaban a personas o a sucesos actuales. Maniqueo como sinónimo de radical que polariza sus opiniones, de tal modo, que para él lo que no es blanco es negro, sin matices ni alternativas.
Amín Maalouf, al hablarme de Mani, además de permitirme viajar en el tiempo y reencontrarme con los persas, los romanos o los egipcios, con sus costumbres, vicios y virtudes, me ha enseñado lo que el maniqueísmo fue en realidad y hasta qué punto hemos desvirtuado esa palabra.
En Criadas y Señoras se presenta en toda su crudeza la discriminación a causa del color de la piel que sufrieron, sobre todo en el sur de Estados Unidos, las personas de raza negra, una vez abolida la esclavitud. Son los años de la Marcha sobre Washington de Martín Luther King y del asesinato en Dallas del Presidente Kennedy.
A través de las historias personales que relatan de forma alternativa dos mujeres negras y una blanca, podemos sumergirnos en el ambiente cerrado y opresivo de una pequeña ciudad de provincias, Jackson en Misisipi, con sus rígidas normas sociales, hipocresías varias, y diferencias entre los ciudadanos. Por supuesto, los negros ocupan el último lugar en la escala establecida por unas gentes que viven sólo de las apariencias.
La estructura de la obra resulta original y se lee con facilidad y agrado.