Hoy traigo a Opticks Ayer no más, libro de Andres Trapiello editado por Destino en el 2012 y considerado como la mejor novela que se publicó ese año.
Con motivo de esta consideración, Jordi Gracia escribió en El País: El movimiento de la memoria histórica tiene razones dignas y otras indignas; es un deber democrático y civil y es, a veces y al mismo tiempo, un negocio de chantajes morales que a menudo sonrojan tanto como los del negociado contrario. La gracia de Andres Trapiello ha sido reducir al máximo la doctrina sermoneadora contra los excesos de la memoria… Trapiello ha escrito su relato más vivaz y auténtico, el más creíble y valiente, y también el más indócil al narcótico de la buena conciencia de la izquierda. Las miserias de la historia son patrimonio universal de la humanidad, incluida la herencia abusiva e instrumental de la memoria vivida.
La Ley de Memoria Histórica aprobada en el 2007 cuando presidía el gobierno José Luis Rodríguez Zapatero es el eje en torno al cual construye el argumento de esta novela Andrés Trapiello, utilizando a un profesor de historia de izquierdas, escritor de obras importantes relacionadas con la Guerra Civil que, divorciado y envejecido, regresa a León, ciudad en la que viven sus padres y hermanas, para dar clase en un instituto.
Durante esa estancia, presencia el encuentro accidental de su padre, antiguo falangista y empresario de éxito en el pasado, con un hombre que le acusa de haber asesinado al suyo al principio de la guerra, asesinato que presenció cuando él tenía 9 años; ahora su deseo es averiguar dónde lo enterraron.
Pero aunque Pepe Pestaña, el profesor, sea el protagonista principal y vaya exponiendo todo lo que la vida y el estudio le han enseñado sobre la guerra y sobre la memoria, con ayuda de personajes reales como Fernando Sabater, Kipling, Hannah Arendt, Santos Juliá…, y otros inventados, son muchas más las personas que en la novela opinan sobre los mismos hechos.
Entre esas personas están Graciano, hijo del asesinado, el padre, la madre y las hermanas de Pestaña; José Antonio, Mariví y Raquel, compañeros del instituto y miembros de la cátedra de Memoria Histórica, que se guían en su investigación, en especial Mariví, por motivos económicos y propagandísticos más que por cuestiones morales y de reparación, y algunas más que aportan sus voces al relato.
Todas estas voces, alternándose en primera persona, dan lugar a un escenario en el que nadie acepta ser “el malo” de la historia, todos van exponiendo las razones que les llevaron a actuar de una determinada forma, razones que en algunos de ellos aún perviven. Pestaña es el único que intenta llegar al fondo del conflicto, piensa que la verdad conducirá a la reconciliación. Pero, ¿qué es la verdad? Cada uno de los personajes se guía por la suya.
Quizá por ese cúmulo de verdades distintas, el personaje de Pepe Pestaña rezuma tristeza. El amor que siente por León y que demuestra en la descripción que hace de la ciudad, por la que le gusta pasear solo, de los nombres tradicionales de los habitantes de la zona, de su infancia feliz junto al idealizado padre que siempre le aseguró que él en la guerra, a la que se enfrentó con 17 años y en la que perdió a todos sus amigos, no había matado a nadie… Todos esos recuerdos y el futuro que quedará abierto, envuelven a la narración de un halo de nostalgia y pesadumbre porque nadie acepta sus errores.
Pese a todo, Pestaña, con ayuda de los intelectuales citados y de sus propias reflexiones, hasta en un juego literario cita al propio Trapiello, profundiza en una guerra fratricida en la que hubo víctimas y victimarios en los dos lados. Unos lados que, en la mayoría de las ocasiones, no se eligieron.
Ayer no más de Andrés Trapiello es un libro breve, 312 páginas, que se lee con facilidad por el estilo y el modo que tiene el escritor de componer y presentar lo que en él se nos cuenta.
También es un libro que hace pensar ya que, como dice Jordi Gracia, Andrés Trapiello no sermonea, expone hechos y opiniones diversas, es el lector el que ha de elegir.
