El libro que hoy traigo a Opticks es el cuarto que leo de Amélie Nothomb, se titula Cosmética del enemigo, está editado por Anagrama, lo ha traducido del francés Sergi Pàmies y ha dado lugar a una obra de teatro y a una película.
A través del diálogo que se establece en la sala de espera de un aeropuerto entre un empresario nervioso que odia los aeropuertos, Jérôme Angust, y empieza a leer un libro como distracción porque se ha retrasado su vuelo, y otro hombre desconocido para él que se presenta como Textor Texel y dificulta su lectura con preguntas cada vez más personales e inquietantes, Amélie Nothomb muestra su extraordinaria capacidad para poner al descubierto esa parte oscura y escondida de la naturaleza humana, incluso de la zona en la que nos sentimos a salvo porque creemos no penetrará nadie.
En la conversación entre ambos personajes distinguimos, en un principio, la ironía y el sarcasmo propios de esta autora, por la insistencia en mantener la conversación que caracteriza al desconocido y la molestia cada vez más notoria que dicha conversación provoca en el viajero que intenta leer.
-Caballero, por si todavía no se ha dado cuenta, no deseo hablar con usted.
-¿Por qué? –preguntó el desconocido con descaro.
-Estoy leyendo.
-No, señor.
-¿Cómo dice?
-No está leyendo. Quizá crea que está leyendo. Pero leer es otra cosa.
-Enseguida se nota cuando alguien está leyendo. El que lee, el que lee de verdad, está en otra parte. Y usted, caballero, estaba aquí.
-¡Si supiera hasta qué punto lo lamento! Sobre todo desde que ha llegado usted.
Poco a poco el ambiente entre ambos se va enrareciendo y aparece una nueva característica que he encontrado en todos los libros que he leído de la escritora belga: la influencia de la religión.
Influencia que en páginas siguientes se especifica de muchas formas, por ejemplo, se alude al jansenismo, movimiento religioso y teológico que surgió en el siglo XVII y que enfatizaba la corrupción de la naturaleza humana a causa del pecado original, lo que llevaba a una visión pesimista del hombre y un fuerte énfasis en la humildad, la penitencia y la reflexión sobre la propia pecaminosidad.
Una reflexión que en esta obra parte del absurdo y, en un perfecto análisis psicológico, consigue traer a la superficie la corrupción más abyecta de un ser humano, haciéndole consciente de la misma y agrandando hasta el extremo el sentimiento de culpabilidad.
Sentimiento de culpabilidad con consecuencias trágicas planteado de forma magistral en las 69 páginas de Cosmética del enemigo.
Un libro diferente a los anteriores en el que Amélie Nothomb demuestra una vez más cómo los verdaderos talentos nunca dejan de buscar nuevos horizontes para sus obsesiones más perdurables.