PARAISO

0
49

El autor del libro que hoy traigo a Opticks recibió el Premio Nobel de Literatura en 1921, entre otros méritos, por “su conmovedora descripción de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.

Se trata de Abdulrazak Gurnash, profesor universitario en la actualidad, que nació en Zanzibar (archipiélago de Tanzania) en 1948, reside en Gran Bretaña y escribe, sobre todo, en inglés.

El libro se titula Paraíso y su contenido responde bastante al mérito señalado por el que obtuvo el Nobel.

La acción se desarrolla en la zona Este y Central de África en tiempos de la 1ª Guerra Mundial y, aunque no se nombra, deducimos que el monte nevado al que se alude es el Kilimanjaro y el lago el Tanganica. Todo ello por las referencias que se hacen a determinados lugares durante los viajes a las tierras del interior que realiza Yusuf, protagonista principal del relato.

Yusuf, un niño de doce años vendido por su padre, como pago a una deuda, a la persona que él conoce como “tío Aziz”, importante mercader que utiliza este método de cobro cuando aquellos a los que vende sus mercancías no pueden pagarle.

Al llegar Yusuf al lugar donde vive el que considera su tío, se encuentra con Khalil, otro muchacho que está allí por lo mismo.

Khalil saca a Yusuf de su error y le enseña el trabajo que ha de desempeñar para el que ya sabe que no es su tío, sino su dueño.

La mayor parte de los que se relacionan con el mercader practican la religión musulmana, aunque también hay hinduistas. Unos y otros consideran a los africanos del interior salvajes que, según el padre de Yusuf, “no tienen fe en Dios y adoran a los espíritus y a los demonios que viven en árboles y rocas”.

Junto a estos tres grupos, digamos culturales, está el de los colonizadores europeos. “Como si de una plaga de langosta se tratase, su voracidad no tenía límite ni decencia. Imponían tributos para esto, tributos para aquello, prisión para el infractor, y en ocasiones el látigo y hasta la horca”.

Entre los colonizadores europeos hay militares y constructores de un ferrocarril que utilizan a los llamados “salvajes” como porteadores y peones.

Paraíso es una obra intensa y descriptiva: paisajes, costumbres, conversaciones, diálogos y reflexiones que es preciso atender por todo lo que pretenden decirnos sobre el continente, sus moradores y la condición humana en general.

Sólo en los dos viajes que realiza Yusuf acompañando al mercader la acción predomina, sin dejar por ello de insistir en el paisaje que, en concreto, en el segundo viaje se convierte en un enemigo mortal de los viajeros por la peligrosidad de la selva, los mosquitos, las enfermedades que transmiten, el clima impredecible y los poco amistosos recibimientos que les dispensan las tribus con las que pensaban comerciar. Este segundo viaje recuerda, incluso, El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.

En la dureza del mundo que le rodea, Yusuf no encaja. Los sueños que siempre le han acompañado se convierten en pesadillas. A los diecisiete años es un joven guapo y despierto que busca su propio paraíso en la montaña, en el jardín del mercader, en un futuro libre.

El paraíso de Yusuf, que difiere del que presentan los musulmanes y del añorado por el hinduista que pretende que prevalezca el suyo.

Lo que no tengo claro es la clase de paraíso  que imaginaba Abdulrazak Gurnash al elegir el título. La visión que da de África en su libro, dejando a un lado el jardín del mercader, las montañas, la amistad que varias personas ofrecen a Yusuf y su propia sensibilidad y deseos de cambio es todo menos paradisiaca.  

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here