LA VIDA MENTIROSA DE LOS ADULTOS

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En el año 2012 la escritora italiana que firma con el seudónimo Elena Ferrante inició una tetralogía de la que he leído dos novelas, Un mal nombre y La amiga estupenda.

De las dos novelas guardo un buen recuerdo por la cuidada descripción de los personajes que aparecen en ellas y de los ambientes en que se desenvuelven; así como por el ritmo ágil y cuidado que impera en ambas narraciones que contribuye a que se lean con facilidad e interés.

Con la curiosidad de comprobar si mi opinión sobre el modo de escribir de Elena Ferrante no ha variado, me  enfrento a su última novela. Publicada por la editorial Lumen, se titula La vida mentirosa de los adultos.

Dos años antes de irse de casa, mi padre le dijo a mi madre que yo era muy fea. Así empieza la historia que ha ideado esta vez la autora napolitana y que también parece ser el inicio de una nueva saga.

Contada en primera persona por su principal protagonista, Giovanna, desde la primera página, el relato, que se desarrolla en Nápoles como los anteriores, intenta atraer la atención del lector apuntando hechos más o menos dramáticos que se han de conocer a posteriori.

Giovanna es una jovencita de 13 años hija única de una pareja de clase media muy preocupada por la cultura. Tanto el padre como la madre son profesores y se llevan muy bien con otro matrimonio igualmente acomodado que tiene dos hijas de edad parecida a la suya de la que son amigas.

Giovanna adora a su padre, por lo que el comentario que escucha sin proponérselo sobre su aspecto le causa un daño que cree irreparable y que condicionará su comportamiento a lo largo de la narración.

La frase, que ella considera tan ofensiva, la pronuncia el padre enfadado por las malas notas que, tal vez por el paso de la pubertad a la adolescencia, acaban de entregarle en el colegio, siendo como era una alumna brillante hasta ese momento.

Ajenos a que su hija los está escuchando, la madre busca una justificación en los cambios que trae consigo la preadolescencia;  el padre no está conforme y añade un nuevo comentario: La adolescencia no tiene nada que ver, se le está poniendo la misma cara que a Vittoria.

Vittoria es una hermana del padre que no ha prosperado como él y vive en la zona baja y pobre de Nápoles. Ambos hermanos no mantienen ningún contacto y sí una gran animadversión. Pero la referencia al parecido provoca que la niña quiera ir a ver a su tía y el padre se vea obligado a llevarla hasta su casa, aunque la esperará dentro del coche.

 

El encuentro entre tía y sobrina da lugar a una relación, no sólo con Vittoria, sino con todas las personas que ésta conoce; lo que va complicando el relato con nuevos personajes y nuevas acciones que Giovanna explica con una profundidad que considero impropia de su edad. Quizá sea porque los diversos conflictos familiares a los que se ve obligada a enfrentarse la han forzado a madurar muy pronto.

He apuntado antes que se trata de una nueva saga, ya que las vidas de los que protagonizan este primer volumen quedan abiertas.

Como en los libros que he citado al principio, Elena Ferrante describe muy bien las características físicas y psicológicas de cada uno de los protagonistas y de los ambientes en los que están integrados, insistiendo en las diferencias culturales que existen entre los que viven en unas zonas u otras de Nápoles, las relaciones entre ellos y cómo la cultura ofrece la posibilidad de ascender en la escala social.

También como en los libros anteriores suceden muchas cosas y muy rápido, por lo que hay cuestiones y personajes poco creíbles que necesitarían, a mi parecer, una explicación más reposada.

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