Después de la lluvia

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Kiko Sanjuán Martínez

 

 

En la última entrega de Opticks Magazine entrevistábamos a Miguel Cerro con motivo de haber realizado la ilustración de la portada de ese número. Por aquel entonces acababa de recibir la noticia de que había sido el ganador del «VIII Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados» por su obra Después de la lluvia. Desde ese momento esperábamos su publicación por parte de Kalandraka para poder leerlo y disfrutar de sus ilustraciones. Finalmente nos hicimos con un ejemplar y ahora traemos  a este espacio nuestras impresiones.   

Según podemos leer en la ficha descriptiva que ha elaborado la editorial sobre este álbum ilustrado «Después de la lluvia es una fábula moderna sobre la superación de las adversidades, la adaptación al medio y la colaboración de unos con otros para la supervivencia del colectivo». La explicación continua, pero no quiero avanzar más sobre la historia y dejar que cada lector saque sus propias conclusiones, que seguramente coincidirán en algunas cosas con esta descripción, y en otras no.  Pero lo que sí que es cierto es que Después de la lluvia nos recuerda a una de esas fábulas o relatos clásicos en el que Cerro nos conduce por el sutil hilo de la emoción al presentarnos un protagonista  diferente a los demás en el que a pesar de su gran interés por apoyar y ayudar al grupo no encuentra su lugar: «Todos tenían una tarea. Todos menos el zorro, al que no le dejaban hacer nada».

Ese protagonista principal, y que sirve como hilo conductor de toda la historia, es un zorro rojo con una gran cola y orejas y hocico puntiagudo, que nos recuerda a Picasso,  rodeado siempre de un halo un tanto melancólico, como si tuviera siempre sobre él una nube con una persistente lluvia aunque esta ya hubiera desaparecido, como bien aparece descrito en una de las páginas del relato. Sin embargo, el zorro, que a mi parecer tiene más de tenaz que de astuto y ladino, según va avanzando la historia nos muestra como con perseverancia, incluso con obstinación, logra ayudar a su comunidad, pues aparte de elementos esenciales como la comida y el agua, hay otras cosas que también son vitales aunque no imprescindibles.

Con un estilo breve, sencillo, e incluso en ocasiones minimalista pero siempre preciso,  y haciendo uso de los espacios en blanco y del recurso de la elipsis, y por supuesto, junto a las admirables y personalísimas ilustraciones de Cerro, la narración se va transformando en un poema visual en el que se evoca otros valores como el trabajo en equipo, gracias al cual se consigue superar las adversidades con mayor facilidad y se asegura la supervivencia del grupo. Pero la historia también nos habla de que todos ocupamos un lugar en el mundo y que merecemos una oportunidad para demostrar nuestra valía, tal y como le ocurre al zorro, cuyo logro final no sólo sorprende a todos sino que proporciona un bienestar inesperado, y todo gracias a su perseverancia e imaginación, otro de los valores que recalca la historia.

Y todo ello lo consigue, como decimos, gracias a unas ilustraciones que ocupan toda la página y son muy creativas y originales. Miguel Cerro con sólo los acrílicos y el lápiz, y haciendo uso únicamente de los colores primarios, nos dibuja una especie de lienzo de la creación, que nos recuerda al Bosco, otro de sus referentes, en donde viven en paz y armonía todos los animales, dibujados de una forma muy original que huye de cualquier estereotipo. Sin embargo, cuando comienza la lluvia, ese colorido se transforma en una paleta de color más aguda e intensa, llena de contrastes, pues es la antítesis entre el sol y la lluvia, primero, y el día y la noche después, la que encauza toda la narración. De ese modo el autor, a través de toda esa amalgama de colores es capaz de transmitirnos toda una retahíla de sensaciones: desde la paz, la tranquilidad y la armonía inicial, pasando por el sobresalto y temor durante la lluvia y terminando con la satisfacción y felicidad final.

Con todo, Después de la lluvia es una reivindicación del álbum ilustrado, en donde palabras e imágenes están combinadas en igual jerarquía, lo que ofrece  al niño la posibilidad de construir un mundo paralelo que le permita organizar y estructurar su fantasía al tiempo que le posibilita estructurar en su mente el incomprensible mundo que le rodea.

Después de la lluvia, con su zorro rojo como protagonista, invita a pensar y aprender valiosas lecciones vitales. La superación, la fuerza de voluntad y el tesón para hacer frente a las adversidades que se presenten y la solidaridad con nuestros semejantes se plasman en este relato de gran calidad estética, de frases cortas llenas de figuras retóricas sutiles y sugerentes. Miguel Cerro ha compuesto una pequeña e importante fábula que alecciona sobre la vida, pero no para moralizar, sino para permitir al niño reencontrarse con su propio mundo y ofrecerle una alternativa segura.

 

Título: Después de la lluvia

Autor: Miguel Cerro

Publicación: Kalandraka, 2015

Edad: + 6 años

Tamaño: 29 x 19,5 cm

Páginas: 32

 

Publicación : 21 de diciembre de 2015

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